A FAVOR DE LA VIDA

11 noviembre 2006
Manifiesto a favor de la Vida, de la Paz, la Igualdad


Cada día mueren 35,000 niños de hambre según la FAO. Es un genocidio de proporciones impresionantes, al que asistimos impasibles. Al mismo tiempo, se calcula que el gasto diario en armamento es de 2.800 millones de dólares y los subsidios agrícolas de los Estados Unidos y de la Unión Europea rondan los 800 millones diarios. No hay fondos para el tratamiento del SIDA... pero los beneficios del complejo industrial bélico–militar dirigen en buena medida la economía mundial. Es apremiante compartir justamente. No hay mejor caldo de cultivo de la radicalización, la animadversión y la agresividad que la humillación y la exclusión. La violencia no se justifica, pero sus orígenes deben de examinarse atentamente.

En lugar de fortalecer el multilateralismo y dotar a las Naciones Unidas de los medios y autoridad necesarios para emprender un gran plan global de desarrollo en beneficio de todos, se siguen explotando los recursos naturales de países progresivamente empobrecidos cuya ciudadanía se ve forzada a emigrar en circunstancias que con frecuencia constituyen un agravio a su dignidad. No es con votos cautivos, con obediencia ciega y con temor como se construye y consolida la democracia genuina. No es con guerras de codicia, con demostraciones de fuerza, acciones bélicas e invasiones dirigidas por intereses económicos y energéticos -que generan una espiral de violencia, de acción y reacción, de intervención y represalia- como puede hacerse frente a los grandes desafíos y asimetrías de todo orden que presenta la situación mundial.

Los gobernantes abdicaron de sus responsabilidades políticas, sustituyendo valores universales por las leyes del mercado. El resultado ha sido la concentración de la riqueza en unas cuantas manos y la ampliación de las brechas sociales y económicas.

¡NO A LA POBREZA! Hay que exigir a los gobernantes, a través de un auténtico clamor a escala mundial, que den prioridad al cumplimiento de los Objetivos del Milenio. Ha llegado el momento de la no resignación, de la implicación personal.

Proclamamos, una vez más, que no justificamos los atentados y la violencia, venga de donde venga. Condenamos todo tipo de terrorismo: el de los grupos ocultos en las sombras y el terrorismo de Estado. Se ha utilizado la tortura, el trato cruel y degradante, violando reiteradamente el derecho internacional y humanitario.

Es necesario que la Comunidad Internacional ponga fin a la barbarie, a las masacres. Como se establece en la Carta de las Naciones Unidas son los pueblos los que deben decidir sobre su destino. Debemos sumar con apremio voces de todos los pueblos del mundo para decir: ¡BASTA! A LA GUERRA Y A LA VIOLENCIA.

Hemos callado en exceso. Ahora se acabó el silencio. Los pueblos elevarán su voz. La guerra es una tragedia para todos. Es urgente desarmar la razón armada. Hoy más que nunca son necesarios la capacidad de diálogo y de alianza, el compromiso de intentar la resolución pacífica de conflictos, fomentando actitudes de encuentro y respeto a los demás, mediante la aplicación cotidiana de los Derechos Humanos.

Es necesario cambiar el curso de los acontecimientos a través de acciones colectivas, desarrollando la solidaridad entre los pueblos. Es urgente que los intelectuales, artistas, educadores, científicos... abandonen su pasividad y pasen a la acción. Sólo así sus escritos y sus palabras serán creíbles y podrán contribuir a sumar sus esfuerzos a los de muchos otros para detener la locura de la guerra, de la confrontación y de la violencia.

Ha llegado el momento de la gente. Y, sobre todo, de los jóvenes, de los hombres y mujeres que reclaman otro mundo posible. Las instituciones y medios de comunicación deben ayudar a la ciudadanía mundial para que, por fin, dejen de ser espectadores y desempeñen su función de protagonistas en el diseño del futuro. Los gobernantes, parlamentarios, miembros de los Consejos Municipales... tienen una especial responsabilidad en este cambio histórico.

Ha llegado también el momento de las culturas y religiones más diversas para que, unidas por la solidaridad y amor al prójimo que les es inherente, se sitúen en la vanguardia del rescate de la dignidad humana.

Es necesario que los pueblos asuman la resistencia social, cultural, política y espiritual a través de movilizaciones, de la no cooperación a la violencia e injusticia, de sumar esfuerzos con otros pueblos y denunciar a los responsables de dominaciones y del dolor que afecta la humanidad.

Hay que ponerse en pie, en pie de paz y caminar hacia nuevos horizontes de vida y no de muerte. A pesar de todo, esa es la esperanza.

Por cuanto antecede, con la mirada puesta en las generaciones venideras, hacemos un llamamiento a todos quienes se sientan igualmente concernidos para que manifiesten pacíficamente, a través de todos los medios a su alcance, presenciales y virtuales, su adhesión a la paz:

NO A LA GUERA Y A LA VIOLENCIA!

SÍ A LA PAZ Y A LA JUSTICIA!

Durante 24 horas, en todas las partes del mundo, nos manifestaremos de viva voz o a través de los medios de comunicación los próximos días 10 y 11 de diciembre de 2006, en conmemoración de la Declaración de los Derechos Humanos.

Si logramos avances progresivos, pronto podrá alcanzarse la “mundialización de la conciencia”, la independencia real de los pueblos.



http://www.paniaguajavier.es

LA DANZA DE LA VIDA

27 octubre 2006

LLAMADME POR MIS VERDADEROS NOMBRES Llamadme por mis verdaderos nombres. No digáis que partiré mañana, pues aún estoy llegando. Mirad profundamente; estoy llegando a cada instante, para ser brote de primavera en una rama,para"ser pajarillo de alas aún frágiles, que aprendo a cantar en mi nuevo nido, para ser mariposa en el corazón de una flor, para ser joya oculta en una piedra.Aún estoy llegando para reír y para llorar, para temer y para esperar.El ritmo de mi corazón es el nacimiento y la muerte de todo lo que vive. Soy un insecto que se metamorfosea en la superficie del río. Y soy el pájaro que se precipita para tragarlo.Soy una rana que nada feliz en las aguas claras del estanque. Y soy la serpiente acuática que sigilosamente se alimenta de la rana. Soy el niño de Uganda, todo piel y huesos, mis piernas tan delgadas como cañas de bambú. Y soy el comerciante de armas que vende armas letales a Uganda. Soy la niña de doce años, refugiada en una pequeña embarcación, que se arroja al océano tras haber sido violada por un pirata. Y soy el pirata, cuyo corazón es aún incapaz de ver y de amar. Soy un miembro del Politburó con todo el poder en mis manos. Y soy el hombre que ha pagado su "deuda de sangre" a mi pueblo muriendo lentamente en un campo de concentración. Mi alegría es como la primavera, tan cálida que hace florecer las flores de la Tierra entera..Mi dolor es como un río de lágrimas ,tan vasto que llena los cuatro océanos. Llamadme por mis verdaderos nombres, os lo ruego para poder despertar y que la puerta de mi corazón pueda quedar abierta, la puerta de la compasión. Este poema fue escrito en 1978, durante la época de ayuda a los "boat people".Fue leído por primera vez en un retiro llevado a cabo en el Centro Kosmos de Amsterdam y organizado por Niko Tideman. Daniel Berrigan estuvo allí.
http://www.artpaniagua.es/ en ella podrás disfrutar del inagotable y fascinante mundo del arte, así como de la sección: Movimientos Creativos del Arte, motivo central de investigación de este artista madrileño.